Si nuestro aire acondicionado se congela la mayoría de las veces se debe a una falta de mantenimiento en vez de una avería. Las soluciones no son otras que las de la primera pregunta (¿por qué el aire acondicionado no enfría?):

  • Falta de recarga de gas. Aunque es el motivo más popular es el que menos se da. La falta de gas se debe a que hay una fuga en alguna parte de nuestro aparato. Normalmente, si el aparato es de calidad y la instalación es la correcta no tiene por qué fugarse el aire. Si es así, basta con detectar la fuga y arreglarla.

  • Falta de limpieza. Tener el aparato sucio puede provocar que el aire no circule correctamente y la cantidad de aire acondicionado disminuya. Por ello, es aconsejable limpiar el equipo cada cambio de temporada. Aquello que se debe comprobar su limpieza son los filtros, el ventilador y el intercambiador. 

  • Avería en el condensador de arranque. Un consumidor común no puede arreglar esta avería sin el servicio de un profesional pero sí puede detectar si está averiado. Para comprobarlo, únicamente hay que ver si en la unidad exterior el ventilador se mueve y el aparato hace ruido. Si esto es así, el condensador de arranque no estará averiado.

  • Temperatura incorrecta. Aunque suene obvio, a veces no nos fijamos si hemos programado la temperatura de manera correcta. Para ello, hay que comprobarlo en nuestro mando de control del equipo y asegurarnos de que está programada la temperatura deseada.

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